LAS PASIONES


Todos nos hemos preguntado si tener una pasión o varias pasiones es bueno para nuestra vida o son un aspecto negativo de la personalidad.  Definitivamente todos tenemos una pasión por lo menos y la mayoría tenemos varias pasiones, entonces, la


siguiente pregunta que nos hacemos es: ¿aprovecho para bien la pasión o dejo que la pasión me gobierne a mí?  Es una pregunta de reflexión y bastante profunda, por ello es necesario definir lo que son las pasiones y cómo siendo una facultad secundaria, estas deben ser controladas por las facultades superiores de la voluntad, inteligencia y conciencia.





Llanes Tovar (Llanes T.) define a las pasiones de la siguiente manera: “Las pasiones son energías de la persona. Y las energías son buenas o malas según se utilicen. No es malo tener pasiones. Y, cuanto más fuertes, mejor…Pero tenemos que controlarlas.” En la figura 1, las pasiones están indicadas con la vela principal, es decir, en la embarcación las pasiones desviarán el barco fácilmente si no se tiene control de esta vela. De hecho, debe ser una vela muy firme y fuerte para que ayuda al rumbo deseado por el capitán que lleva los controles.

FIGURA 1


Está muy claro, esa energía interna que nos motiva hacer solo lo que nos gusta, son las pasiones. Pero, al no tener control sobre éstas, la energía se desborda y nos lleva a vicios o antivalores que
por naturaleza también llevamos dentro (ver la sección de el temperamento).  Es necesario tener pasiones, de lo contrario, la vida se torna bastante aburrida y monótona, por eso nuestras pasiones deben ser fuertes para romper con el aburrimiento y la monotonía. 


Y a la vez, controladas para para evitar caer en desviaciones de la moral (vicios ocultos), antivalores o vicios mayores.

Para controlar las pasiones, la lucha diaria es la herramienta por excelencia. La lucha cotidiana por llegar temprano con todos al
colegio, la lucha por conservar el trabajo, luchar por cubrir con la malla curricular de una carrera y luchar por que sea con las mejores notas, luchar por mantener la salud ordenadamente,  luchar para alcanzar nuestras metas y objetivos, etc.  Dentro de esta lucha estará el vencer la pereza cada día, trabajar de manera productiva y cooperativa, así como, fomentar los aspectos positivos de nuestras energías, las pasiones; y frenar los aspectos negativos.



Llanes T. divide las pasiones en dos tipos: “Las que sirven para la autoconservación y las que sirven para la autorrealización. Los dos tipos sirven para nuestro desarrollo integral. Recordemos que somos cuerpo y alma.”  Ahora bien, comprender que
necesitamos pasiones que ayudan a nuestro espíritu y otras pasiones para mantener nuestro cuerpo saludable, nos da la pauta para orientar nuestras energías en caminos paralelos inseparables, es decir, como dos cables de electricidad, ambos transportan energía pero no es conveniente que se toquen. Se puede decir, que “el fin no justifica los medios”.  




Llanes T. aclara dos aspectos de cada pasión: “Cada pasión tiene dos aspectos: uno positivo y otro negativo, según nos lleve a un buen fin o uno malo…se dice que el orgullo es malo. Pero una persona orgullosa puede
encauzar bien esta pasión y utilizarla para estar orgullosa de su familia, de su fe, de su entrega a Dios…estará aprovechando una pasión para mejorar su vida. Si la descuida, el orgullo producirá mucha vanidad, conflictos de convivencia, etc.”  Notemos cómo una pasión sin control nos puede llevar a caminos no deseados o por lo menos no planificados, ya que, tener conflictos con otras personas es lo que casi la mayoría de las personas evitamos de manera consciente,
pero, el orgullo es una energía que se desborda fácilmente y por ello debemos estar vigilantes con una conciencia recta, una voluntad firme y la inteligencia lista para responder.




Clasificación de las pasiones según Llanes T. se muestra en las   figuras 2 y 3:

FIGURA 2


FIGURA 3

Traeremos a la memoria los valores y su clasificación general: valores vitales, valores humanos, valores morales y valores religiosos. También es necesario afirmar que los valores son los

que rigen nuestra vida diaria, por lo tanto, si nuestras pasiones son las energías que nos mueven a conseguir o llegar a un valor o antivalor, sea espiritual o del cuerpo, entonces se puede hacer esta relación entre valores y pasiones: requerimos de pocas pasiones
para cubrir los valores vitales, así como, necesitamos de más pasiones de autorrealización para llegar a los valores humanos,
 morales y religiosos. Si concentramos nuestra atención y nuestras energías en los valores morales y religiosos nuestras pasiones estarán bien encauzadas, de lo contrario, las pasiones de
tener relaciones sexuales fuera del matrimonio por placer y no por dar vida a un ser; perder un día de colegio o trabajo por pereza en lugar de luchar por llegar aunque sea tarde; y consumir bebidas en lugar de agua sola para mantener el cuerpo hidratado. Llanes T. dice lo siguiente: “…hay más pasiones interiores que exteriores; que con el tiempo, crecen más las pasiones de autoafirmación que las de  autoconservación; que cada uno debe aprovechar sus pasiones personales para el bien, evitando que le dominen y lleven a lo negativo. Que no es malo, tener pasiones. Que lo malo es que se descontrolen.”

Llanes T. sugiere los siguientes medios para educar las pasiones, ver la figura 4.

FIGURA 4


En la “Teoría de ALKU” o “Teoría de los Principios” las pasiones ocupan un lugar en el nivel de actuamos, ya que, son las energías que requerimos para realizar lo que nos gusta y esforzarnos por cambiar lo que ya reconocemos como negativo en nuestro actuar. 



P
ara la toma de mejores decisiones (voluntad forjada) las pasiones deben estar controladas por la conciencia y la inteligencia. Los principios ayudan mucho al autocontrol de las pasiones como
medios externos. Recordamos que, quien tiene principios sólidos…fallará menos en sus esfuerzos por corregir, cambiar y encauzar.




No está de más hacer la aclaración que para romper con el
romper con el antivalor de la corrupción en cualquiera de sus manifestaciones, las pasiones positivas deben prevalecer. Es decir, encauzar nuestro orgullo a resistir la tentación de caer en un acto de corrupción como es la mentira, el no sobornar, el no copiar en el examen, etc. Sí, debemos sentirnos muy orgullosos porque pasamos del grupo de personas corruptas al grupo de personas que evitamos la corrupción por decisión propia, por autocontrol de nuestras pasiones negativas y por encauzar las pasiones hacia un buen fin.






El diagrama de la “Teoría de ALKU” o “Teoría de los Principios” queda como lo muestra la figura 5.

FIGURA 5

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