domingo, 4 de diciembre de 2016

CIENCIA Y CORRUPCIÓN

Hasta ahora se ha venido hablando del ser humano y su tendencia a corromperse, sin embargo, la ciencia no es un ser humano, entonces ¿se corrompe o cómo ayuda la ciencia a entender la corrupción?

En un artículo publicado en el año 2015 por el diario El Semanario, propone  la respuesta a una de estas interrogantes sobre la ciencia, se titula “El poder corrompe y la ciencia lo demuestra”


Reverte (1983) considera que la ciencia fáctica (basada en  hechos) es “éticamente neutral y solo es buena y mala según la intención, el uso o la dirección que se le imprima…la ciencia se corrompe cuando se pone al servicio de la destrucción, del privilegio, de la opresión…”

Considerando estas premisas, otra vez el ser humano es el que con su intervención puede dirigir a la ciencia hacia el bien o mal. Entonces se puede concluir en esta sección, que si un científico es equilibrado en sus facultades superiores y subordinadas, el resultado de la ciencia será positivo y si el mismo científico se apasiona y se compromete perdiendo el equilibrio de sus facultades, puede perder el piso y corromperse, por lo tanto el resultado de la ciencia será dirigido al mal.

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