miércoles, 24 de mayo de 2017

LA CONCIENCIA

LA CONCIENCIA O UNA BUENA ALARMA.

Abordaremos el tema de la facultad superior de la conciencia desde un punto de vista universal, esto quiere decir, que no profundizaremos en aspectos de religión o comportamientos en donde la psicología tiene mas campo de acción.  El ser humano nace facultado con la conciencia, dicho de otro modo, viene en nuestro paquete personal y prácticamente a esta facultad le debemos la vida y hasta que dejemos de vivir se apagará naturalmente. ¿Por qué darle a la conciencia un peso tan grande como el de seguir con vida? La respuesta es sencilla y muy clara: 
 La conciencia es la facultad que nos permite elegir.
En la sección de la voluntad, dijimos que ésta es la capacidad de decidir; así que TODOS los seres humanos nacemos con las tres facultades superiores, una para elegir, otra para decidir y la inteligencia que contribuye con el conocimiento necesario
para que las otras dos facultades actúen de manera oportuna e inmediata. A esto, debo aclarar que los seres humanos somos cuerpo físico y cuerpo espiritual, las facultades actúan desde el cuerpo espiritual, la parte no tangible del ser humano; quizá por esto a
muchas personas les cuesta visualizar porque las facultades se educan y se forman para el bien de la persona. Desde adentro se forma el ser humano y se refleja en su cuerpo físico y en su actuar diario.


Llanes Tovar (Llanes T.) dice sobre la conciencia: “…si nuestro espíritu no reaccionara contra sus enemigos, nos llegaría la enfermedad de la muerte espiritual, sea en el plano psíquico en forma de algún desequilibrio o de la locura total…”  Considero conveniente mencionar que el ser humano se 
humano se rige por valores y dentro de la clasificación de los valores están los  valores vitales, la figura 1 describe mejor y ayudará a recordar estos valores. 


Figura 1

(Carmena Laredo, 1996 (Carmena L., 1996)) define a la conciencia como sigue: “la conciencia es algo que todo hombre posee desde que nace aunque, como la inteligencia, tarda algunos años en desarrollarse.”

En la sección El Hogar y la Corrupción de este blog, se mencionan las facultades y su tiempo de acción.  La facultad de la conciencia no es un aspecto de religión cómo muchos la encasillan.
Ciertamente, la  Religión Católica atiende la conciencia e inclusive hay un Sacramento único para atender la conciencia. Pero, hablando del hombre de manera universal, dejando de lado sus creencias, existe una
Ley Natural que actúa sobre cualquier ser humano, es decir, elegir hacer el bien y 
evitar hacer el mal, es lo que todo gobierno pide a su población, es lo que todo padre de familia pide a sus hijos, es lo que
cualquier pastor de iglesia le pide a sus feligreses, es lo que cualquier dueño de empresa le pide a sus empleados, etc.


Llanes T. dice lo siguiente: “La conciencia es la guardiana de nuestra integridad, de nuestro equilibrio interior y de nuestra salvación espiritual…la conciencia es una facultad humana. No es una actitud religiosa. La tenemos todos los seres humanos.”  Si hacemos un recuento de la humanidad, veremos que siempre la civilización se ordena según la conciencia y la Ley Natural. Es un hecho malvado, matar a sangre fría y así lo establece cualquier cultura y credo. Llanes T. distingue la conciencia buena y mala de la siguiente manera:

 Algunos la descuidan y se les atrofia. Otros la malforman y  tienen conciencias enfermas, muy exageradas o muy estrechas. Otros la cultivan bien y les ayuda a ser personas humanas maduras e íntegras.”  Es muy importante hacer notar que la conciencia también entra en un proceso de desarrollo y madurez.
Un bebe no tiene despierta la conciencia, sin embargo, a la edad de cinco años esta conciencia se despierta y hace que la personita se de cuenta de los bueno y lo malo, por esto, es sumamente necesario empezar 
su formación. Es lamentable cómo en algunas culturas a los niños se les deforma la conciencia cuando se les inculca que matar por sus creencias es algo bueno y los que ponen en manos de niños armas,
no deberían de llamarse seres humanos. El ser humano es sensible y una conciencia deformada puede hacer mucho mal a otras personas.


(Carmena L., 1996) habla sobre la conciencia moral“Es la inteligencia humana cuando juzga prácticamente sobre la bondad
o maldad moral de los actos humanos…No es una facultad aislada e independiente que actúa por sí sola como la memoria, la imaginación u otras capacidades que posee el hombre, sino la misma inteligencia cuando juzga la bondad o maldad de una acción.”  Aquí retomamos la facultad de la voluntad, nuestra capacidad de decidir.  La
conciencia alerta de una decisión equivocada, es decir, la conciencia elige el bien sobre el mal y una conciencia deformada elige el mal sobre el bien; la persona decide y actúa en consecuencia. “Una conciencia rectamente formada siempre invitará a actuar de acuerdo a tus
principios y convicciones…a promover todo lo que sea positivo y a eliminar lo negativo.” 


Llanes T. puntualiza la función de la conciencia así: “La conciencia distingue el bien que debemos hacer del mal que debemos evitar. Tiene esa doble función: nos avisa si algo es bueno o malo. Pero, al mismo tiempo, nos exige hacer lo correcto y dejar de lado lo incorrecto. Como buena alarma nos avisa qué es perjudicial y qué es beneficioso para nuestra vida.”
Por esto, al inicio de esta sección, a la conciencia le dimos el peso nuestra vida.  El suicidio, el aborto, la eutanasia, son  actos perjudiciales, que gente con mucha maldad con conciencias enfermas lo quieren hacer ver como una solución a los problemas de la vida. 

Una conciencia enferma y/o deformada se traduce en actos malvados, en perjuicio del ser humano y de si mismo. (Carmena L, 1996) hace una distinción de  la conciencia:

üConciencia (sentido psicológico).- Es el conocimiento íntimo que tiene el hombre de sí mismo y de sus actos.
ü Conciencia (sentido moral).- Es la misma inteligencia que hace un juicio práctico, es decir, particular  y concreto sobre la bondad o maldad de un acto.


Hablemos de responsabilidad y la conciencia. Sí, la conciencia es la capacidad de elegir entre el bien y el mal, entonces somos responsables de esa elección y de sus consecuencias. 
El ser humano formado en su recta conciencia, actuará siempre responsablemente; caso contrario con una persona  que ha deformado su conciencia actuará con irresponsabilidad, culpando a otros y lo que es peor, convenciendo a otros que su postura (conciencia deformada) es la correcta y deben seguirlo.
Ejemplo de ello, son los suicidios y muertes masivas o colectivas que logran efectuar líderes con conciencias enfermas. 



(Carmena, 1996) lo dice de esta forma: “La conciencia hace posible asumir la responsabilidad de los actos realizados. Si el hombre comete el mal, el justo juicio de la conciencia puede ser en él el testigo de la verdad universal del bien, al mismo tiempo que la malicia de su elección concreta.” Lo que se entiende es que, no podemos escapar de nuestra  conciencia aunque los actos demuestren lo contrario. Las frases, “No hagas cosas buenas que parezcan malas” y “No hagas cosas malas que parezcan buenas”, hablan a la conciencia y su responsabilidad.

(Carmena L, 1996) hace la siguiente clasificación:



Las personas que ven a los antivalores como algo “no tan malo” o
justificable a su criterio, tienen la conciencia enferma, es decir, no detectan el mal que se provocan. Su alarma se apagó, la descompusieron. 
 Llanes T. es muy duro cuando habla de  conciencias enfermas y lo dice así: “…un mal provocado por un capricho produce un gusto a una parte de la persona (el paladar, olvidarse de un problema, librarse de un mal momento). Pero perjudica al ser humano en su conjunto. Porque todo mal moral rebaja al ser humano al nivel de animal o del vegetal…Aceptar el mal en la propia vida por darse un gusto indebido o por evitar un mal rato rebaja a la persona al nivel del estímulo, del instinto. La lleva a un mundo inferior, infrahumano.”  No basta con decir que uno no está de acuerdo con tal o cual comportamiento, eso es juzgar, lo importante es ser congruentes con nuestra propia conciencia y si
por ignorancia o debilidad se cayó en el antivalor, pues aceptarlo y buscar los medios para activar la alarma de la conciencia nuevamente. Fácil no será, pero el que persevera alcanza…


Llanes T. propone los siguientes medios para formar una recta conciencia:
üTener claros los principios y las normas que debemos cumplir.
üFortalecer la voluntad para poder cumplir nuestro deber.
üCumplir nuestras responsabilidades al detalle.
üTener y buscar un ideal valioso. (Las personas que viven los valores religiosos en alto nivel tienen ideales valiosos. OJO, un
ideal valioso no es un artista famoso ellos son humanos como nosotros, buscar una persona ordinaria que hizo o hace cosas extraordinarias sería un ideal valioso.)
üAmar el bien por encima del mal.
üTener un confesor o director espiritual prudente y derecho.

Situando la conciencia en la “Teoría de ALKU” o “Teoría de los Principios”, esta la ubicamos en la base del diagrama, ya que, nacemos con ella y a muy temprana edad se despierta. El diagrama quedaría como en el figura 2 con las otras dos facultades superiores.
Figura 2

Queda más que claro, que la conciencia en el combate para erradicar la corrupción en la vida de las personas es fundamental ejercitarla, formarla y protegerla.  No puede haber una corrección en la vida personal si la conciencia está enferma o mal formada.  Humildad para reconocer este error en la vida y mucha concentración en los momentos de vulnerabilidad. Un día a la vez y un evento a la vez. Sí es posible y despertar la alarma que está dormida o apagada es un parte aguas en la vida de una persona.

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