Al igual que los valores las motivaciones son metas alcanzables para las personas. A diferencia de los valores que rigen nuestra vida, las motivaciones son lo que nos hacen movernos. Por esta razón la sección de Educación de los Valores termina con la motivación, ya que sin esta meta, las personas no haríamos muchas cosas, aunque estemos convencidos de que es lo mejor o necesario.
Según Llanes Tovar (Llanes T.), “las motivaciones son el motor que mueve a los seres humanos a luchar o a rendirse… Hay dos motivaciones esenciales en cada ser humano : el egoísmo o el amor verdadero. Las personas nos conducimos según la regla de satisfacer nuestros propios intereses o según la regla de buscar el bien de los otros.”
En este tema se deben tener muy clara una cosa, y es que los valores rigen la vida de las personas y las motivaciones es lo que hace posible adoptar o rechazar los valores. Pero aún es más preciso si lo vemos desde la perspectiva de la jerarquía de los valores, es decir, si una persona tiene una mala jerarquía de valores y sus motivaciones son fuertes, el resultado será catastrófico.
Ejemplos: desórdenes alimenticios por cuidar la belleza exterior del cuerpo que terminan en anorexia o bulimia; otro ejemplo es: gastar excesivamente en objetos de vanidad o perder el tiempo en pasatiempos inútiles que no generan ningún beneficio a la persona, además de gastar mucho dinero en actualizaciones o modelos recientes.
Quien tenga una jerarquía de valores buena podrá atender todo lo que se le presente sin excesos y su motivación será el orden mismo de su vida interior, será una persona más compartida, generosa y disfrutará más de los retos de la vida, que quien tiene una jerarquía de valores desordenada.
Llanes T. afirma lo siguiente, “…la fuerza de las motivaciones se puede desgastar con el tiempo, que no son valores adquiridos y ya, también hay que retroalimentarlos para que no pierdan su vigor.”
Llanes T. clasifica las motivaciones en cuatro raíces:
La mezcla de las cuatro raíces es lo más normal porque todo en exceso es perjudicial a la larga. Por ejemplo: una mamá que se la pasa en la Iglesia ayudando con el tiempo desatenderá a sus hijos generando otros problemas. La persona que dona todo por ayudar a otros, sin pensar que ella también necesita de lo mínimo para vivir cómodamente. El que hace todo por destacar y cuando no gana la medalla o el premio se siente que la vida no vale nada. La persona que si no se siente amenazada no da resultados. No puede faltar la persona impaciente que por no saber esperar da la mordida para que su asunto salga más rápido o incompleto; esto se traduce en motivación por un premio y un auténtico acto de corrupción. Cómo en todas las cosas debe haber un equilibrio y las motivaciones deben ser dosificadas según la ocasión y de manera oportuna.
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